Este grupo escultórico fue el broche de oro de la exposición de mis primeras obras del arte de imaginería religiosa llevada a cabo en la Sala Caballerizas del Excmo. Ayuntamiento de Murcia en el año 2004. Fue adquirido por la Cofradía de la Santa Mujer Verónica de Sangonera la Verde (Murcia), formando parte de sus cortejos pasionarios a partir de ese mismo año.
Según mi criterio, la disposición de la Virgen enriquece la verticalidad del conjunto, que al encontrarse de pie, realza de manera equilibrada y armónica la triangularidad, quedando glorificada su expresión dolorosa en el momento de recibir a su hijo inerte al pie de la cruz. Sus manos, más que sujetarle, parecen acariciar su cuerpo tímidamente. Para solucionar esta postura atípica, el cuerpo de Cristo descansa sobre un peñasco para así aliviar estéticamente su peso.
La imagen de Cristo sorprende por su gran belleza y naturalidad, ofreciendo la desnudez del costado derecho. Tímidamente recurrí al sudario para que sirviera de paño de pureza. Creo que su policromía quedó muy acertada, acentuándose la palidez post mortem, tan solo alterada por las huellas de la pasión.
En madera policromada, sus dimensiones son de 100×175 cms.
A petición de la Sra. Presidenta de la Cofradia de La Veronica, propietaria de la Santísima Virgen de La Piedad solicito el vaciado del grupo escultórico, con el fin de aligerar su peso.
Los trabajos consistieron en la separación de la escultura mediante dos cortes verticales, a continuación de desbastaron los volúmenes internos, para seguir con la unión de las partes antes separadas y concluir con el repaso de talla y nueva policromía.