La resurrección de Jesús ha sido el acontecimiento decisivo para la fe cristiana. Suceso por el que los cristianos nos acercamos de una forma definitiva a Dios con una luz nueva. Comprendemos nuestra existencia y nos enfrentamos a ella con una esperanza nueva. Por esta causa la escultura del Resucitado ha sido repetidamente procesionada y venerada por los fieles cristianos.
Esta talla de Cristo Resucitado sigue el modelo del triunfo sobre la muerte, representada por una calavera que aplasta con el pie derecho. En su mano izquierda sujeta una cruz dorada, símbolo de la Crucifixión mediante la cual se alcanzó dicha victoria. El sudario es todo un artificio de pliegues que envuelven las caderas y caen hasta la peana de nubes sobre la que Cristo asciende a los cielos. En el rostro destaca su mirada de grandes ojos claros así como los carnosos labios.
Las dimensiones de la escultura son 203 x 37 x 45 cms., realizada en madera policromada. Estrenada el Domingo de Resurrección de 2014 en la población albaceteña de Alcaraz, por encargo de su Junta de Cofradías.